domingo, 1 de enero de 2012

El día (tonto) que empezó el año 2012

Bueno ya está aquí, ya es 1 de enero de 2012.
Hoy es un día tonto, de esos de nada, como si no existiera. De hecho, para la información impresa, la prensa, es uno de los tres días del año que no existen. He dedicado un rato a seguir las noticias en el canal 24 horas de TVE y he tenido oportunidad de esbozar una sonrisa idiota, asqueada, al escuchar a la locutora decir, entre toda la relación brutal de aumento de impuestos y de recortes sociales, que "las cartillas de los jubilados engordarán un 1%", textualmente. ¡Qué hipocresía, con ese engordarán, solamente perderán el 1,9% de poder adquisitivo sobre la previsión de la inflación!.
Me limitaré a transcribir algunas de las frases del presidente Mariano Rajoy, en el transcurso de la campaña electoral, evidentemente: "Subir los impuestos hoy, significa más paro y más recesión". "Subir los impuestos hoy, es darle una vuelta de tuerca más a las maltrechas economías de las familias y de las empresas españolas". De andada por la red he caído en un blog (adanesmit.blogspot.com) en el que leo: "Bueno, sólo llevamos unos días y esto es lo que tenemos. El dinero lo ponen las clases medias a la vista de la nueva tabla de impuestos. Y no tienen en cuenta que en España hay más de 20.000 personas jurídicas para las que poner un millón de euros es como si yo me tomo un vermut Izaguirre (¿?) con aceitunas. Triste pero tan cierto como que todos los días sale el sol". ¿Y qué se puede decir ante este párrafo?. Mejor me abstengo por no empezar el año blasfemando.
También he escuchado algo de música pirateada, La leyenda del beso de Alfredo Krauss que llevaba tiempo sin, y me he quedado con la estrofa que dice lo de "el canto de gorrión que pasea por mi mente...", una frase (a mi entender) afortunada, he seguido con su versión de E lucevan la stelle (Tosca, de G. Puccini) y alguna otra cosa, para convenir en que el maestro canario era uno de los grandes, de los más grandes.  
Y luego, al cine, para entretenerle a mi amigo Pelliko y para entretenerme yo, para qué nos vamos a engañar: La conquista del Oeste (How the West was won, título original) que dirigieron en 1962 John Ford, Henry Hathaway, George Marshall y Richard Thorpe y ganaron un montón de oscars aquel año. Entretenida, grandiosa, espectacular en muchas ocasiones, con una tropa de actores de los mejorcitos de Hollywood. La escena de la desbandada de los búfalos es impresionante y la banda sonora, obra de Alfred Newman, esplendorosa. Es la gran epopeya de la conquista (conquista, en efecto) yanqui del oeste, pero lo que no se cuenta, parece que no podía ser de otra forma, es la matanza de los indios, los primitivos y originarios habitantes de aquel país, en lo que fue, claramente, uno de los mayores genocidios de la historia de este mundo mundial. La historia, ya se sabe, la escriben los vencedores y en eso los americanos son auténticos maestros.  

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