domingo, 23 de mayo de 2010

Jesús de Galíndez, todavía


Ahora se cumplen 20 años, desde 1990, cuando Manuel Vázquez Montalbán publicaba su novela Galíndez, un vasco del que con seguridad absoluta solo se sabe una cosa: que desapareció el 12 de marzo de 1956, secuestrado. Jesús de Galíndez era abogado y combatiente vasco en la República española, se exilió en Santo Domingo en 1939 y fue todo un personaje, de lo más novelesco. En 1946 estaba en Nueva York enseñando en la Universidad de Columbia, trabajó junto al lehendakari Aguirre y fue representante y portavoz del Partido Nacionalista (PNV) en Estados Unidos.
Era un escritor y un estudioso inagotable, inclinaciones comparables al odio que le causaban las dictaduras, y compaginó su actividad universitaria y literaria con la política en la defensa de Euskadi. Cometió un error, escribió una tesis doctoral sobre las dictaduras y los dictadores latinoamericanos y la fijó en el repulsivo Trujillo, presidente asesino y represor sangriento que quiso comprar a Galíndez pero no pudo.
Nunca más se supo de Jesús de Galíndez, el suyo sigue siendo un caso pendiente de resolución, “un enigma envuelto en un misterio” como se solía decir de la URSS. No se encontró su cadáver y la Universidad de Columbia le concedió el título de doctor honoris causa post mortem. La tesis se publicó, pero el caso sigue ahí aunque cada día más en el olvido, a muchos todavía les interesa que sea así, porque no solo murió Galíndez, hubo un cúmulo de asesinatos, incluido el del dictador Trujillo seis años despues de la desaparición del político vasco.
Galíndez, dicen, fue agente del FBI y de la CIA, además del Gobierno de Euskadi en el exilio, denunció a comunistas a cambio de la ayuda de EE UU a la causa vasca que nunca llegó. Y el misterio continúa.